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Pellizco, luego existo

Si tus males tienen remedio ¿por qué te preocupas? Si no lo tienen, ¿para qué?
Refrán árabe

¿Por qué? Y por qué... Y por qué... Es el sonsonete que acompaña los primeros pasos de la infancia antes que podamos delegar la responsabilidad de respuestas a la maestra. Lo invito a que experimente esa necesidad de insistir. Piense usted en "por qués" interminables. Por ejemplo, ¿por qué los niños preguntan?
Yo le contesto: Porque no saben.

Usted: ¿Y por qué?
Yo: Tienen pocas experiencias.
Usted: ¿Por qué?
¡De acuerdo! He comenzado a hartarme con sólo imaginar que nunca saciará su curiosidad. Tal vez, los niños sientan tal y como expresa Mafalda en la tira cómica de Quino, haber llegado demasiado tarde al mundo. Todo ya está empezado y hay que ponerse al día... ¡para eso tanta pregunta!
Yo tengo una pregunta menos odiosa... o quizá más molesta. ¿Dejamos de preguntarnos "por qué"?
Básicamente no lo dejamos jamás. Solamente cambiamos los temas que nos interesan.
"¿Por qué a mi?" "¿Por qué no?" "¿Por qué no lo pensé antes?" "¿Por qué, Dios, por qué?"
Es el cuento de nunca acabar. Un "por qué" nos llevará otro y a otro y nuestra cabeza hará un Big Bang que se topará con la Nada. Por eso los adultos fingimos que no nos ocupamos del Por Qué. ¡Es infinito!
Conozco otra forma de pensar en la vida. Al revés. El "para qué", el propósito final, el desenlace que queremos propiciar con cierta acción. Creí que ya había superado la Filosofía cuando susituí el "por qué", con el saludable "para qué"; requiere menos rollos y más acción.
Pero tuve un reencuentro con la Filosofía... Le contaré esta historia al revés. De la conclusión al inicio. Primero le diré en qué acabó todo:
Descubrí que las preguntas que nos hacemos en realidad no son para buscar respuestas, sino para corregir futuros resultados. Buscamos en la historia, en el pasado, en la causa que origina todo un aprendizaje para planear el devenir, redirigir el futuro, predecir el efecto. ¿Me explico?
Si no me explico vuelva a leer el párrafo pero antes le diré que "devenir" es lo que ocurre, acontece, sucede, lo que llega a ser. Una vez aclarado, relea tantas veces sea necesario, por favor.
Ya que le conté el final le compartiré el proceso por el cual llegué a esa respuesta. Ese resultado fue gracias a una serie de acciones. Era el último día de un caluroso fin de semana para estudiar para el examen de Filosofía. No hace falta ser un niño de 6 años para preguntar ¿por qué enseñan filosofía en la escuela? ¡En fin! Ya no es necesario contestar porque ya conoce en qué concluye mi relato.
Con el tiempo encima, no debía contestar a las preguntas de mi alumno sino transmitir una nueva actitud hacia las dudas interminables; una visión fresca no aburrida del remolino de "por qués" que la Filosofía ha hecho devenir (regrese a la definición, si es necesario.)
Cuando mi alumno me hizo una pregunta genuina, por interés, con un tono y un gesto distinto -le juro- mi alma se colmó de aquello que describen como Estar en Paz con el Mundo. No estoy exagerando. El momento culminante para un maestro es cuando deja a su alumno en el umbral de un mundo que ninguno de los dos conoce. Si el alumno continua o no, depende de la actitud que le haya transmitido el maestro en el camino.
Esa es la trama de esta anécdota. Ahora le revelaré el comienzo de todo: Había una vez un alumno inteligentísimo, una maestra apasionada, ambos con toda la paciencia posible, encarándose ante la única pregunta que nos acompaña desde la infancia de la humanidad y con la que moriremos en la vejez de los tiempos "¿Por qué?"
Amable lector, la filosofía no es una forma de matar el tiempo, es una lupa para corregirlo.

Y YO QUE @#%! SE SOBRE EXPLICAR?

Una vez que se tiene claro el para qué, aparece el cómo
Nietszche


ANALOGÍA
Usar algo ya conocido, relacionarlo con el concepto nuevo por algo que tienen en común.
¿Papá, qué es un pulmón? Bueno, ¿has inflado un globo? Pues el pulmón es como un globo al que le entra el aire que respiras y que le sale el aire que exhalas para oxigenar tu cuerpo.
¿Qué es oxigenar?¿Te has dado cuenta que regamos las plantas para que crezcan? Pues también lo que está vivo necesita de algunas cosas que está en el aire para funcionar y crecer. Tu cuerpo, como las plantas, toma lo que sí necesita del aire (el oxígeno) y saca lo que no necesita.

METÁFORA
Usar un sentido figurado de las cosas. Por ejemplo, sabemos que la lluvia proviene de las nubes, no de recipientes que se vuelcan en la tierra, pero aún así decimos "llover a cántaros". Esa es una metáfora.
"Llegué hecho polvo", "Corrió como alma que lleva al diablo". O el adolescente que dice "¡Trágame, tierra!" evidentemente no quiere que se separe el asfalto y precipitarse al centro de magma del núcleo terrestre; lo dice en sentido metafórico.
Las metáforas sirven para los conceptos abstractos como ¿Qué es Amor? ¿Qué es Dios? ¿A dónde fue mi pez muerto?
Amor es que te abrace mamá sin razón. Dios es ayudar a quien lo necesita. Tu pez descansa en paz.


CONTRASTE
Explicar por la diferencia notable entre dos cosas. Esta forma es muy útil para preguntas complejas como ¿somos pobres?, ¿se acabará el mundo?, ¿por qué mi prima sí puede dormir en casa de sus amigas?
Hacer contraste sería guiar su razonamiento para notar la diferencia.
¿Hijo, ves que estés sin nada qué comer o vestir? Pues entonces no somos pobres.
Los focos son más chicos que el sol y tarda mucho en que se funda un foco. El planeta es más grande que tu maceta y falta mucho para que tu arbolito se muera. Entonces ni siquiera podemos imaginarnos si se acabará el mundo porque aún tenemos focos y macetas con árboles por crecer.
¿Y lo de mi prima, mamá? Hija, ves cómo tratan tus tíos a tu prima. Son diferentes, hay reglas diferentes. ¿O quisieras que te tratara igual en todo a tu prima?



¿TE LEO ESTE CUENTO?

Ésta era una escritora pero más que escritora era lectora voraz pero más que lectora, le fascinaba platicar de lo que leía. Hasta que se dio cuenta que no todos leen tan rápido.Comenzó a contar sobre lo que leía para tener conversaciones más interesantes. Hasta que sus conversaciones superaron los temas que en los libros se trataba, entonces escribió sus propios temas.
Ahora leía rápido, escribía, contaba lo escrito y conversaba. ¿Para? Para Vivir Compartiendo.
Un día escribió: La montaña es azul de lejos... verde desde el camino... color tierra de cerca.
Para una montaña, Mahoma es color tierra de lejos, color tierra desde el camino, color tierra de cerca."¡Bah!" dice la montaña "¡Qué venga él, si tiene curiosidad!"
Ocurrió algo distinto. Su mejor amigo lo leyó sin que ella se lo tuviera qué contar. ¿Lees, escribes, cuentas esperando que esas aventuras sobre las que conversas vengan a ti, como la montaña hacia Mahoma?, dijo él.
lla pensó en lugar de conversar: "Así como Mahoma va a la montaña, yo tengo que ir hacia a la aventura". Pensó sobre ello, escribió sobre ello, contó sobre ello y así pudo conversar sobre ello. ¡Otra vez en lo mismo! Algo no estaba funcionando en esos pasos que seguía en su vida.
¿Sobre qué pensaba tanto? ¡Sobre las cosas que pasan, las cosas que se hacen!
Ahhh. La clave de todo estaba en HACER. Tenía que ir hacia la montaña, para pensar sobre lo que pasó en la montaña, escribir sobre ello, contar sobre ello, conversar sobre ello y así... ¡Vivir Compartiendo pero sobre lo VIVIDO!
¡Nada de Pienso, luego existo! Existo porque hago. Pellizco, entonces existo.

Publicado en El Sol de Morelia
1a entrega de mayo 2010

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